Zweig, Stefan

Sintió a la muerte y sintió un amor inmortal: algo le atravesó el alma y pensó en aquella mujer invisible, etérea y apasionada como el recuerdo de una lejana melodía.

Así termina la Carta de una desconocida (1927), relato sobre el que Max Ophüls realizó la famosa película, una de las cumbres del melodrama romántico, protagonizada por Joan Fontaine (Rebecca). Y, sin embargo, quien haya leído la novela pensará que la joya cinematográfica no es una representación completamente fiel del amor obsesivo que la mujer autora de la carta siente y padece desde su adolescencia por un pianista bohemio y mujeriego que apenas se acuerda de ella. Esta novela corta es uno de los ejemplos de la excelencia narrativa de Zweig.


Me irrita toda facundia, todo lo difuso y vagamente exaltado, lo ambiguo, lo innecesariamente morboso de una novela, de una biografía, de una exposición intelectual. Sólo un libro que se mantiene siempre, página tras página sobre su nivel y que arrastra al lector hasta la última línea sin dejarle tomar aliento, me proporciona un perfecto deleite. Nueve de cada diez libros que caen en mis manos, los encuentro sobrecargados de descripciones superfluas, diálogos extensos y figuras secundarias inútiles, que les quitan tensión y les restan dinamismo.

Stefan Zweig fue uno de los más grandes escritores del siglo XX, de los más conocidos en alemán y muy leído en los años 20 y 30, aunque después algo olvidado. Vienés de familia judía acomodada, aunque la religión judía no formó parte de su educación, sus libros fueron prohibidos en 1936 por la Alemania nazi. Tras el inicio de la guerra se traslada a París y poco después a Inglaterra, donde se le concede la ciudadanía británica. En 1941 se establece en Brasil. En febrero de 1942 se suicida junto a su segunda esposa, Charlotte Altmann. Después de la caída de Singapur creían firmemente que el nazismo se extendería a todo el planeta.

Creo que es mejor finalizar en un buen momento y de pie una vida en la cual la labor intelectual significó el gozo más puro y la libertad personal el bien más preciado sobre la Tierra.

Una de sus obras más conocidas y celebradas es Momentos estelares de la humanidad (1929), sobre la que trabajó durante más de veinte años. Retrata lo que denomina 12 miniaturas históricas, donde narra con su habitual maestría acontecimientos de la historia mundial que desde su punto de vista tuvieron especial trascendencia:
  • La huida hacia la inmortalidad, sobre Núñez de Balboa y el descubrimiento del Pacífico (1513).
  • La conquista de Bizancio (1453).
  • La resurrección de Händel (1741).
  • El genio de una noche, “La Marsellesa" (1792).
  • Aquel minuto en Waterloo (1815).
  • La elegía de Marienbad – la creación poética más significativa de Goethe (1823).
  • El descubrimiento de Eldorado (1848), con el relato de la vida de J.A. Suter, el verdadero dueño de California.
  • Momentos heroicos, Dostoiewski, San Petersburgo (1849).
  • Las primeras palabras a través del océano, Cyrus W. Field, 28 de julio de 1858.
  • La huida hacia Dios, Epílogo al drama incompleto de León Tolstoi “La luz que brilla en las tinieblas”.
  • La hazaña del Polo Sur, Capitán Scott (1912).
  • El tren de libre circulación, Lenin camino de Moscú (1917).
Así comienza Zweig la introducción a estos doce relatos históricos:

El verdadero artista lo es sin duda sin interrupción a lo largo de las veinticuatro horas de su vivir cotidiano pero lo esencial y perdurable de sus éxitos se da en esos breves y raros momentos en que recibe el divino soplo de la inspiración. Otro tanto acontece con la Historia. Admirada como egregia artista y fiel cronista de todos los tiempos, no cabe contemplarla en continua acción creadora.
Goethe le da el respetuoso apelativo de “escenario de la misteriosa obra de Dios”...

(Amok, El jugador de ajedrez o las recientemente reeditadas por El Acantilado La impaciencia del corazón y La curación por el espíritu: Mesmer, Baker-Eddy, Freud merecerían ser comentadas en otras entradas.)

1 comentario:

Teresa dijo...

Este escritor me parece increible. He leído "24 horas en la vida de una mujer y Cartas de una desconocida. Creo que no es lo mejor de este escritor y sin embargo me han fascinado. Tengo pendiente todos sus libros.
Un saludo
Teresa