Zardoya, Concha


HA VENIDO LA AUSENCIA A SEPULTARSE

HA venido la ausencia a sepultarse
en la sala vacía y sin espejos:
la memoria ha borrado viejas sombras,
los antiguos fracasos y desdichas.
Y sus paredes rozas... Manos tímidas
procuran dibujar las nuevas luces,
los contornos trazar de nueva vida,
la inocencia del tiempo que deseas.
Entreabres con temor ventana y puerta:
la exacta dimensión de lo que buscas
penetra con la luz y con el aire.
Te sorprende saberte acompañada
por tanto sol y tanto espacio inédito:
la nueva vida espera que la vivas.

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