Tamaro, Susanna


Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos.

Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve.
Donde el corazón te lleve (1994)
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsUtg4lLRGRaZxLcxvWSejcJt4tvpFP-BlBBk5TwackUIUGF8r9GpAG8vWmNkBGtfRY2mfofLM4t-VpBF12cra-UXv1Xflm83KjNhWk_XLN_noYPlguaU_eZFPVsZQzZjR0DA2bqmiNKE/s1600/susana+tamaro.jpg 

No hay comentarios: